Tuesday, May 5, 2009

Tortura Pública

La semana pasada salió en El Mercurio un pequeño titular que decía "Condoleeza Rice autorizó torturas". En el pequeño texto que le seguía, que no tenía más de 15 líneas, se afirma que la entonces Secretaria de Estado de George W. Bush no sólo sabía sobre las prácticas de torturas que efectuaban los soldados norteamericanos, sino que "les dio luz verde". Además decía que más de una docena de funcionarios del gobierno de George W. Bush (incluyendo al diabólico vicepresidente Cheney) sabían y permitían el uso estas técnicas. Todo según un informe del mismo Senado norteamericano.

Como era de esperarse, estas "novedades" salen a la luz (es decir, a los medios masivos de comunicación) én un momeno que la administración del Tejano ya está en el olvido. Estos hechos se creían (o confirmaban) hace ya meses o años en diversos portales de noticia independientes y medios alternativos.

El diario británico The Telegraph agrega que el 2002 Rice aprobó las torturas (que consistían en "waterboarding" -aunque quién sabe que otro método fue usado-), con consentimiento de fuerzas aún más altas dentro de la administración del presidente Bush. Hace aproximadamente un año, el Daily Mail había establecido lo mismo, no obstante recién ahora se está confirmando mundialmente.

Si bien ahora se confirma que tales crimenes fueron efectivamente aceptados por el anterior gobierno americano (algo bastante predecible), hay una serie de cosas que me sorprenden y me enrabian (más allá del hecho mismo). Me desespera la mínima importancia que se les da a la noticia. Tanto en el mayor diario nacional (El Mercurio la trató como la noticia más secundaria de las secundarias) como en muchos medios internacionales, la atención que se le dio fue mínima. Además, todas concluyen en nada: no se expresa ninguna medida de respuesta; ninguna acción tomada por ninguna organización anti-tortura o defensora de los D.D.H.H. El American Civil Liberties Union ordenó "investigar el caso", nada más. ¿Qué pasó artículo 27 de la Cuarta Convención de Génova? ¿Qué importa la Convención de la ONU sobre la tortura? ¿Qué hacen los demócratas, -con una mayoría casi absoluta en el congreso-, frente a este tema que tantos republicanos autorizaron? Absolutamente nada.

Y el pillo se lo sacan así: en una entrevisa en Stanford, Rice dijo: "El presidente nos dijo que nada de lo que haríamos estaría fuera de nuestra obligación, de las obligaciones legales bajo la Convención contra la Tortura. Yo pasé la autorización de la administración a la agencia (C.I.A.). Entonces, por definición, si fue autorizado por el presidente, no viola nuestras obligaciones ante la Convención contra la Tortura" (¿no suena un poquito a Nixon?)

Sin embargo, no sólo es un acto criminal haber autorizado dichas torturas (el consejero John Dean, que trabajo bajo el mismo Nixon, lo afirmó); ocultarlo por tantos años es una acción igual de reprochable. Esto se suma a una infinidad de casos en que la administración de Bush ha mentido descaradamente frente a la gente. En suma, si es que un milagro ocurriese y el ex presidente norteamericano junto a sus más altos consejeros y secretarios fueran sometidos a juicios de manera neutral, éstos saldrían más culpables que O.J. Simpson.

Y si nada se hace. Si actualmente estos hechos tienen tanta relevancia mundial como Goldie Hawn o Nicolás Massú. Si no se toman medidas contra el ex-presidente norteamericano más criminal de la historia, ¿Qué nos queda de consuelo? ¿Agradecer que Bush nunca más podrá ser presidente? Eso es un hecho, sin embargo con ex-consejeros como Alberto Gonzales, quien cree que Obama debería continuar con las torturas como medida preventiva ante Al-Qaeda, poca esperanza se ve ante una posible redención.

Saturday, May 2, 2009

We are always running, for the thrill of it



"Walking on a Dream"
Empire of the Sun
Dir: Joshn Logue
Año 2008

¿Dónde está la Gripe Porcina? Está escondida con Elisa.

Esta última semana la conversación matutina santiaguina ha consistido básicamente en dos mediáticos temas. Primero, Dónde Está Elisa? la nueva teleserie nocturna que tiene a tantos chilenos desesperadamente curiosos. Ya nadie recuerda a Julián y sus sangrientas matanzas.

La sigilosa escritura del nuevo misterio de TVN logra hacer que miles de chilenos se plasmen ante su televisor todos los días por al menos media hora. La anticipación y el enigma mantienen a los televidentes interesados, incluso cuando al resumen del domingo le basta y sobra información para mantenerse al tanto. Elisa se ha transformado en la nueva favorita del público y de los diarios; el fenómeno televisivo 2009. Tanto como para conseguirse desde la portada del LUN (un hecho que Elisa tiene el honor de compartir con mujeres como Pamela Díaz o Carlita Ochoa), a una excelente crítica en el Wikén. Sin duda Pablo Illanes está contento.

El segundo tema que tiene a todas las personas copuchando es la Gripe Porcina. Sin siquiera tener casos confirmados en Chile (aún), no sólo se ha transformado en un tópico diario entre los vecinos, pero también en el nuevo foco de caos y paranoia. Ya se comienzan a ver desde niños a adultos mayores con mascarillas en el metro.

Los medios de comunicación han abusado de la gripe de una manera descomunal, exagerandola al máximo y sacandole el jugo a cada detalle. A pesar de que es comparada sin cesar con el SARS asiático y con la Gripe Aviar, los santiaginos consideran la Porcina como la peor de todas. Sin embargo no es necesariamente la peor, para nada: ocurre que por primera vez existe esta "amenaza de pandemia" en un lugar mucho más cercano a Chile, tanto geográfica y culturalmente (ver en las noticias a latinoamericanos infectados, hablando nuestra misma lengua es muy distinto a ver infectados en China o Indonesia, como ocurría con las gripes anteriores).
Además, lo que el público no sabe, es que la gripe común y corriente mata, por sí sola, a miles y miles de personas al año (pero obviamente eso no aparece en los medios).

Nadie sabe quién mató a Elisa, nadie sabe si la Gripe Porcina va a llegar. De lo único de lo que estamos seguros es que si LUN, Terra, El Mercurio, La Tercera y La Cuarta lo desean, el público se mantendrá interesado en saberlo.